Aitana Sánchez-Gijón
Coy (Carmelo Gómez) está en Madrid, sin un duro. Pronto averiguaremos que es un marino que no puede navegar durante dos años. Al no tener dinero, se va a ver una subasta pública de elementos relacionados con el mar. Allí, ve como Tánger Soto (Aitana Sánchez-Gijón) compra una carta esférica muy antigua, dibujada por Urrutia. Ella es funcionaria del Museo Naval, y hace uso del derecho de tanteo para conseguir esa carta por 50.000 euros. A la salida, Coy la defiende de los otros dos pujadores interesados en conseguir la carta. Uno de ellos es un Argentino (Darío Grandinetti). A la salida, Coy ve como el Argentino le está echando en cara el suceso a Tánger con un gesto agresivo. Coy sale en defensa de la chica. Por eso, Tánger lo invita a tomar algo.Quedan para más tarde. Ella le enseña el museo y le habla de su trabajo. Le dice que estaba ilusionada por buscar el Day Gloria, un barco hundido del siglo 16, y quiere usar la carta de Urrutia para calcular la zona del hundimiento. A primera vista, Coy detecta que hay un desfase de varios grados entre la carta y la readidad de la geografía de la bahía de Cartagena, ya que él fue niño, se crió allí, y nadó y buceó por esa zona muchas veces. Tánger le ofrece un trabajo. El museo le ofrecerá un poco de dinero, suficiente para realizar la investigación en pos del barco hundido. Aunque depende de la Armada española y podría utilizar a los militares, Tánger prefiere utilizar a alguien que ella podría controlar. Coy acepta.El trabajo sale adelante poco a poco, pero Coy se frustra porque Tánger no responde a sus requerimientos amorosos. Llega un momento en que él decide irse. Nada más hacerlo, se va a un bar a emborracharse. Nino Palermo (Enrico Lo Verso) es el dueño de una empresa que se dedica a buscar tesoros, y le ofrece a Coy mucho dinero a cambio de trabajar para ellos. Coy lo rechaza.Cuando Coy regresa a casa de Tánger, alguien ha revuelto toda su casa y ahogado al perro de ella, Milú, llamado así en honor del perro de Tintín. Decididos a buscar el Day Gloria, Coy recomienda a Piloto (Javier García Gallego), quien tiene mucha experiencia y su propio barco. Tánger le dice a Coy que puede quedarse a dormir... en el sofá, y él no se decide a entrar en el dormitorio de ella.Al día siguiente, Coy llama a Palermo y queda con él. Éste lo espera en el vestíbulo de un hotel todo satisfecho. Coy le gospea pero el secuaz de Palermo, Horacio Kiskoros, (Gonzalo Cunill), le axfisia y lo deja allí tirado. Cuando Coy sale del calabozo dos días después, él y Tánger se van a Cádiz.Allí, Coy sigue insinuándose a "la sirena", que nunca le dice claramente si quiere algo con él o no. Tánger acude a una amiga suya llamada Rocío Gamboa (Lucina Gil) para pedirle los planos del Day Gloria. Ella le dice que un italiano preguntó por ellos hace un mes. Al salir del registro, Kiskoros los está esperando. Tánger insiste en hablar con él a solas, mientras Coy espera furioso... y celoso. Kiskoros propone que Tánger y Palermo se encuentren en la oficina de Gibraltar de él. Tánger avisa a Coy de que tenga cuidado con Kiskoros, porque él fue quien mató a Milú.En Gibraltar, es Coy quien se enfrenta al amenazante Palermo. Aún así, quedan al día siguiente a las dos. Éste le dice que Tánger lo está utilizando, y le pide que le pregunte por las esmeraldas. Cuando Coy llega enfadadísimo a la habitación del hotel, Tánger lo acusa de traicionarla con Palermo. En la bronca que sigue, Coy le dice que está enferma de desconfianza, y que se puede meter las esmeraldas donde le quepan. Sin embargo, Tánger lo convence de quedarse con ella, y le cuenta la leyenda de las esmeraldas.Tánger le pide disculpas. Coy, Palermo, Tánger y Kiskoros se reunen. No llegan a un acuerdo de repartirse las esmeraldas. Palermo le dice a Coy que Tánger lo tiene pillado por los huevos y éste le pega furioso. Cuando Kiskoros sale en defensa de su jefe, Tánger saca una pistola. Amenazándoles, les tira por el peñón las llaves de su coche, mientras ella y Coy se van a buscar el Day Gloria en el barco de Piloto.Tánger se marea terriblemente en el barco, y vomita por la borda. Después, Tánger decide tirar la pistola por la borda. Piloto dice a Coy que ningún pescador ha visto nunca un barco abandonado por la zona, y todos se conocen la zona como el pasillo de su propia casa. Como excusa para estar buscando algo en la zona van a decir que una pareja de novios está buscando el motor de una fueraborda. En un momento solos, Piloto le pregunta a Coy si está seguro de lo que hace.Tánger compra todo el equipo. Después de cuatro días, no encuentran nada. Ocho días, y nada. Una tormenta rompe, y nada.Hablan en un bar del pasado de Coy y del Torpedero Tucanmán, un marino al que Coy admiraba. Coy sorprende a Kiskoros espiándoles. Kiskoros le dice que Coy se equivoca con Palermo y Tánger: ni él es malo ni ella es buena. Tánger ve la pelea. En lugar de defenderse de las acusaciones de Kiskoros, ella se lanza por fin a besar a Coy y acaban haciendo el amor.Ocho días más tarde no encuentran nada. Puede ser que el Day Gloria esté enterrado después de tantos años, o que las corrientes lo hayan arrastrado a algún otro sitio. Tánger piensa que están cometiendo algún error en la búsqueda. Coy le dice que hasta ahora han tenido suerte con la Guardia Civil, pero que eso podría cambiar en cualquier momento. Al final, Tánger tiene que dar por finalizada la búsqueda. Cuando Piloto se va a casa, deja a Coy y Tánger abrazados como si fueran una pareja de enamorados y un poco borrachos. Hacen el amor furiosamente en la bañera de la habitación de hotel.Tánger quiere seguir buscando en tierra firme información sobre el barco. Hablan con el catedrático de cartografía Esteban Perona (Carlos Kaniowsky). Perona y Tánger ya se conocían de cuando ella estuvo haciendo otra búsqueda en Grecia. Perona se ríe cuando ella le dice que buscan un barco jesuita. Perona le dice que los jesuitas usaban no el meridiano de Cádiz, sino su propio meridiano, 38 millas al oeste. Al despedirse, Perona le dice a Tánger que hacía una semana su marido lo había visitado, aunque él no lo había recibido. Enseguida, Coy se da cuenta de que el ex-marido es Nino Palermo, y vuelve a cabrearse mucho, hasta el punto de que se pone a gritar en la universidad.La búsqueda se reinicia con Piloto en el nuevo emplazamiento. Parece que no va a volver a haber buenos resultados otra vez hasta que Piloto menciona unas langostas verdes que se dan en la zona. Tánger le dice que las langostas tienen propiedades miméticas, y que pueden estar viviendo cerca de los cañones. Hay muchas cuevas submarinas, y poco a poco Coy las va recorriendo todas en su traje de buzo. Por fin encuentra el pecio Day Gloria, con su nombre escrito claramente en uno de los cañones.Sale del agua y les da la buena noticia. Cuando lo están celebrando, se acerca una lancha de la Guardia Civil. Piloto se deshace de ellos.Una vez en tierra, Tánger recibe varias llamadas equivocadas.
Se va, y por la noche, Coy vuelve a ver a Kiskoros. Lo persigue pero no lo da atrapado. Una vez juntos a la noche, Coy piensa que Tánger lo está engañanado una vez más, ocultándole algo. Al día siguiente, Tánger insiste en sumergirse los dos juntos, no en turnos como hasta entonces. Piloto y Coy bajan hasta el barco hundido y por medio de globos, elevan unas piedras. Allí Tánger encuentra por fin las esmeraldas mezcladas con tierra y barro. Tánger las limpia y no se cansa de mirarlas. Coy ve como las esconde dentro de una de las linternas de inmersión. Con calma, regresan a tierra. Coy está pensativo y Piloto lo observa en silencio. A punto de atracar, Tánger manda a Piloto atracar en un sitio más discreto, en el muelle de San Pedro. Coy ve como Tánger habla por teléfono. Como regalo de despedida, le deja su diario encima de la cama. Al tocar tierra, aparecen Palermo y Kiskoros. Palermo quiere hacerse cargo de las esmeraldas. Sin embargo, en el último momento, se percibe que Kiskoros y Tánger estaban de acuerdo. Kiskoros se queda vigilándoles con una pistola. Tánger ha pedido seis horas a Kiskoros. Coy y Palermo intentan crear la duda en él. Coy tira fuego a Kiskoros, que muere en una hoguera. Palermo está herido por la pistola de Kiskoros, pero éste le dice a Coy que no pierda tiempo y que vaya a por ella. Piloto y Coy van a la habitación y se encuentran en el espejo, escrito con carmín "En la isla no hay caballeros". Una vez en el barco de salida, Tánger lee el final del diario: Coy sabe que ella volverá con él mientras él tenga lo que ella busca. Asustada, Tánger abre la linterna y la encuentra llena de cantos rodados. Se ríe sola. Mientras, Coy y Piloto se pierden en la noche. Coy le dice que le pagará a Piloto el barco nuevo que Tánger le prometió. Piloto le pregunta si él cree que ella volverá, y él le dice que se apuesta lo que sea a que sí.